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Manuel Raya: “Dedicarse a escribir es para valientes”


Manuel Raya es un escritor peruano de novela y relatos. Es economista por la Universidad Nacional del Callao y abogado por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Con cuatro libros publicados: Mundo In-Mundo, El tiempo y la destrucción, El origen del miedo y Los miedos del mundo (este último publicado por la editorial colombiana Higuera Editores) ha quedado finalista en diversos certámenes literarios en la categoría de cuento. Realizador de diversos talleres literarios, ha estado presente en diversas ferias de libros en todo Perú. Como escritor se encuentra empeñado en difundir temas de literatura a través de sus redes sociales, y comparte entrevistas realizadas a otros escritores como Enrique Verástegui, Carlos Calderón Fajardo, Rodolfo Sánchez Garrafa, Cronwell Jara, Leoncio Bueno y Rodolfo Ybarra.

Tomé contacto con el autor y conversamos sobre el panorama literario de Perú. Esta fue nuestra conversación.


¿En qué momento se despertó tu pasión por escribir? ¿Cuál fue el instante de epifanía en el que dijiste quiero dedicarme a esto?

Cuando uno es un lector infatigable siempre tiene encendida esa llama de que algún día podrá escribir una historia y de que esta pueda estar ahí en la biblioteca al alcance de otro lector. Siempre he tenido esa sensación de que querer escribir ya sea en el colegio, en la universidad o cuando estaba en el bus. Recuerdo que a los diecinueve años presenté mi primera novela a un concurso que se realizaba en España. Mi nombre no figuraba ni en las menciones honrosas pero no me desanimé. Siempre tuve la certeza de que no sería fácil. Dedicarse a escribir es para valientes, para soñadores o para alguien que esté convencido de que al principio nadie lo leerá sino que con el tiempo se valorará tu trabajo. Fue hasta los veintinueve años, poco antes de casarme, que dije: “Voy a dejarlo todo y dedicarme solo a la literatura”. Con dejarlo todo me refiero a no ejercer en las carreras de Derecho y Economía que había culminado. Tomé la decisión de dedicarme solo a escribir.

¿Mantienes una rutina al momento de escribir?

Vargas Llosa suele ser muy disciplinado a la hora de escribir y ahí radica el fruto de su éxito. Pienso en el trabajo del escritor más que el talento. Suelo escribir por las noches, mientras todos duermen. El silencio es mi cómplice perfecto. Antes en cambio, solía escribir de día. Había muchas distracciones. A cada momento tocaban la puerta o el ruido de los niños jugando en las calles, no me permitían concentrarme. Felizmente el barrio por donde vivo actualmente, se caracteriza por ser un barrio que tiene al silencio como uno de sus componentes.

Y bueno, suelo escribir poesía cuando suelo estar triste, no me había puesto a pensar en ello, pero creo que me da por recordar episodios como los incendios forestales, el exceso de violencia, las injusticias que ocurren a menudo o porque alguna persona que estimo me ha decepcionado.


Eres cuentista y también has escrito novela. ¿Cuál es la ventaja de trabajar en cada género?

Como cuentista uno tiene menor tiempo parar contar una historia, en cambio con la novela uno dispone de mucho tiempo para hacerlo. Cortázar decía que la novela se gana por puntos pero en el cuento se gana por nocaut.

Una novela la puedo trabajar por años, como me pasó con “El tiempo y la destrucción”, que me tomó escribirla cerca de unos quince años. Hay personajes que conocí al salir del colegio y otros que conocí al estudiar la carrera de Derecho, que fue mi segunda carrera. Hay un lapso de cinco años en el que dejé de contar o no cuento sobre esos años, porque me dediqué a estudiar como no tienes idea. Los números no eran mis amigos y no nos llevábamos bien. Pasaba mucho tiempo en la universidad. Salía de casa a las cinco y treinta de la mañana para llegar poco antes de la ocho a estudiar. Me quedaba mucho tiempo estudiando para acabar una carrera (Economía) que fue todo un reto. Desaprobé muchos cursos en el camino pero a pesar de eso continúe y logré acabar con ciertos méritos mis estudios. Creo que estudiar Economía me dio la resistencia y perseverancia para no rendirme ante nada. Me dio más que eso. Me dio estabilidad, me dio seguridad, confianza para continuar con mis sueños. Luego viene el Derecho y es ahí donde conozco a nuevas personas que serían los personajes que completarían la novela que escribí.

¿Qué encuentras positivo al producir literatura desde Perú?

Ser escritor en el Perú es luchar contra la ignorancia. Escribir es un acto de soñadores y la tarea es contribuir a que en un país dónde su gente no lee por qué no tiene la costumbre de hacerlo, empiece a cambiar. Un escritor debe motivar a los lectores creando historias que tengan un mensaje de cambio, de rebeldía ante los problemas cotidianos, de amor por los libros.

He tenido la oportunidad de viajar como escritor invitado a varias ferias de libros y veo que fuera de Lima, se lee mucho. Yo vivo en Lima y escribo sobre ella porque la conozco, esta es mi ciudad, el mundo que retrató en mis historias. Es por ello que escribo de sus calles míticas como La plaza San Martín, el jirón De la Unión o el jirón Quilca por donde estuvieron y vivieron la literatura escritores como César Vallejo, Martín, Enrique Verástegui, Mario Vargas Llosa, Julio Ramón Ribeyro, entre muchos más.

¿Qué dificultades encuentra un escritor peruano?

Como a todo escritor alguna vez le debe haber sucedido, a veces te encuentras con personas que simplemente no les gusta leer. Es parte del oficio. Pero uno de los mayores problemas que pasa es la poca difusión por parte de los medios. En estos tiempos un delincuente tiene una publicidad masiva en los medios. A la literatura y a los libros no se le da mucha difusión y es que muchas veces que la gente lea es un problema para el sistema. Un lector no caerá en el consumismo o no comprará “tecnología” o cosas que simplemente no necesita, ya que al leer tus hábitos y tu manera de vivir cambia. Te pones a pensar, a cuestionar, a ver la vida de otra manera. Leer te hace libre y ese el camino para soñar.


¿Mantienes un modelo independiente de distribución de tu obra? ¿Qué experiencias positivas has encontrado y cuáles son los obstáculos?

Muchas veces cuando un escritor es independiente tiene que hacer labores de editor, difusor cultural, lector, Youtuber, publicista, relacionista público, etc. El escritor debería sentarse a escribir, terminar un libro y empezar otro. Algunas veces para difundir la obra debería ir a presentaciones programadas por la editorial pero lamentablemente eso no pasa, porque una editorial trabaja con muchísimos escritores y le sería imposible difundir a todos. Hay cosas que van más allá de escribir y es simplemente la difusión de la obra para generar lectores y que el escritor pueda tener cierta estabilidad y así pagar las cuentas.

¿Cuáles son las autoras o escritores que piensas que han influido en tu obra?

Mis grandes referentes literarios son Bukowski y Ribeyro, sin duda. También mucho de lo que leído de Victor Hugo Viscarra, Vargas Llosa, García Márquez, Fernando Vallejo, Virginia Woolf, Alejandra Pizarnik, José María Arguedas, Jean Genet, Reynaldo Arenas, Leopoldo María Panero y muchos más, han influido en mi prosa. Uno es una mezcla de todo lo que ha leído. Por los libros que lees, sabrás quién eres, dice un adagio.


¿Qué autor o escritora contemporánea recomendarías?

Guillermo Fadanelli, es un autor mexicano que tuve la oportunidad de conocer el año pasado (2019) en Bogotá, cuando se desarrollaba la FILBO. Sus libros se configuran dentro del realismo urbano o como se diría en Estados Unidos en el realismo sucio, dónde estuvo enmarcado Bukowski. Un autor debe buscar incomodar al sistema con sus libros. La literatura es una manera de resistir, protestar y cambiar el mundo, y es por ello que recomiendo a este autor.


Y algún libro clásico.

Rojo y negro de Sthendal es un libro que todo escritor debería leer. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, también. Ambos libros resaltan el lado más profundo de lo humano. ¡En estos tiempos cuántos Quijotes nos hacen falta!

¿En qué proyectos literarios te encuentras trabajando en la actualidad?

Acabo de terminar una novela de ciencia ficción que si todo sale bien, en los próximos meses será publicada en Bogotá, Colombia. También estoy escribiendo unos cuentos, de los cuales algunos están dispersos y debo unir para formar un nuevo libro. Tengo dos libros de poesía que todavía no me he animado a publicar. Y bueno, estoy a la espera de propuestas editoriales para poder publicar en otros países.


Gracias por tu tiempo Manuel.

¡Muchas gracias por la entrevista, Diego! La pasé genial respondiendo todas tus interrogantes.



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