Alejandro Calvo: “Los seres humanos podemos cometer actos que jamás imaginamos”
- Diego Maenza
- 11 oct 2021
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 12 oct 2021
Alejandro Calvo es escritor mexicano. Estudió Ciencias de la Comunicación (con una especialidad en Multiculturalidad) en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, y conserva un gran interés por la filosofía. Ha sido el promotor de la fundación del primer Museo de las Brujas, el cual pretende ser un importante motor turístico de Tlahuelilpan y la región del Valle del Mezquital. Es fundador y presidente de la Unión de Artistas del estado de Hidalgo UNARTEH. Desde niño se sintió atraído por el género de terror, en la literatura, cine y teatro, y comenzó a escribir a la edad de 12 años, realizando pequeñas narraciones y versos. Debido a la fuerte cultura del género de terror en México, Hidalgo y particularmente en la zona donde creció, encontró la combinación de sus dos pasiones para realizar su propio trabajo literario. Hoy converso con Alejandro. Bienvenidos.

¿En qué momento sentiste que querías ser escritor?
Tenía aproximadamente 12 años cuando me di cuenta de que me gustaba contar historias y narrarlas con detalles, como si lo que yo imaginaba otras personas lo hubieran podido ver a partir de mis escritos. En ese momento me di cuenta de que quería ser escritor.
¿Por qué trabajas el terror? ¿Qué te resulta atractivo de este género?
Desde niño siempre me ha apasionado el tema del terror, ya sea que alguien me cuente una vivencia, ver una película, obra de teatro, libro, serie, museos. Creo que el género es muy atractivo para muchas personas, te genera adrenalina y es parte de la vida misma. En México tiene un arraigo muy cultural, nos encanta crear historias y personajes, nos apasiona sentarnos alrededor de una fogata y contar lo que nos habían platicado los abuelos, sentir que tiemblas, que el miedo te está dominando y no podrás dormir fácilmente, pero por alguna razón no quieres salir del círculo.
¿De dónde emerge la mitología que plasmas en tus obras?
La mayoría de mis historias surgen de mi imaginación, a excepción de los libros de leyendas, en ellos tengo que realizar una investigación, ir en ocasiones a los lugares que son escenarios de las historias, pero en general, mis libros son una recreación de lo que mi mente imagina, con base en los relatos y tradiciones que tenemos en la región.
Háblanos de Trémulo y Obsesivamente. ¿Por qué el terror gótico en uno, y terror psicológico en otro? ¿Cuáles son las diferencias y ventajas de cada uno?
En Trémulo me quise imaginar historias con escenarios muy sombríos y antiguos; las haciendas, las casonas viejas, aunque no son castillos o estructuras medievales, sí son lugares que tienen una estructura muy especial. Creo que en Trémulo logré retratar personajes e historias con un toque muy clásico.
En el caso de Obsesivamente, me encanta la idea de mostrar lo que pasa en la mente de una persona que, sin ser el cliché de villano/a, un evento le puede cambiar todo; y es que así somos los seres humanos, podemos cometer actos que jamás imaginamos, que nos asustan y aterran, pero si nos vemos obligados por las circunstancias, lo haríamos sin dudar.
Creo que es muy padre echar a volar la imaginación con seres mágicos y tenebrosos, en historias fantásticas, es el caso de Trémulo; así como tener miedo más realista, con personas iguales a nosotros, capaces de las peores atrocidades, es el caso de Obsesivamente.

En Aquelarre exploras el imaginario de las brujas. ¿Cómo lo amalgamas a tu escritura?
Existen muchos mitos, leyendas e historias de monstruos, fantasmas y otros seres característicos de un lugar específico, pero las únicas de las que prácticamente todas las culturas hablan son las brujas. En México no es la excepción. La mitología al respecto es muy amplia y rica, que va desde los cuentos tradicionales hasta avistamientos de las bolas de fuego.
Particularmente mi pueblo es conocido como lugar de brujas, por eso quise hacer un libro exclusivo de estas historias e incluso a partir de este libro surge la propuesta para realizar el Museo de las Brujas, del que soy gestor y fundador.
También has escrito leyendas. ¿A tu opinión, qué tan importante son para la tradición y su espacio en el imaginario cultural?
En 2019 hubo una explosión en mi municipio que cobró la vida de muchas personas. Desafortunadamente fuimos noticia mundial por una desgracia. Los días posteriores, en los alrededores no se hablaba de otra cosa más que de eso, necesitábamos hacer que la gente supiera que éramos más que una tragedia, por eso escribí el libro de leyendas de Tlahuelilpan, me di cuenta que otros municipios no tenían libro de leyendas.
Lo peor es que las personas que las conocen están empezando a morir sin contar esas historias a sus nietos, porque ahora la tecnología los ha separado, el legado cultural se está perdiendo, por eso me siento contento de colaborar con mis libros.
Has escrito ¡Fuera luces!, un libro dirigido a público infantil. ¿Crees que el terror es una forma llamativa de aproximar a las personas a la lectura desde temprana edad?
Sí, a las y los niños les encanta el terror, siento que les hace sentirse grandes y valientes. Fue una aventura realizar este libro, tiene ilustraciones para colorear, mensajes positivos de forma muy sutil, muchos niños y niñas lo llegaron a pedir a los Reyes Magos, o como regalo de día del niño, y lo mejor fue que lo leyeron.

¿Cuáles consideras que son tus influencias literarias y por qué?
Sin dudas Óscar Wilde y Jalil Gibrán, el primero por esa forma de escribir y contar historias con tanto detalle, belleza y elegancia, el segundo por el manejo de la fantasía, la imaginación del lector y la manera de redactar.
Podría incluir a un director de cine mexicano que, aunque no fue escritor, es el creador de las mejores cintas de terror de mi país, Carlos Enrique Taboada, su forma elegante de hacer terror sin duda me influyeron mucho.
¿Películas de terror favoritas?
Hasta el viento tiene miedo (1968), Libro de piedra, Misery, Carrie, El exorcista, El conjuro, Shutter, Ju-on.
¿Cómo ves la evolución del género dentro de México?
Tenemos una base muy importante del género, las historias de brujas, el charro negro, la mulata de Córdoba, duendes, nahuales y muchas más sin olvidar a nuestro ícono mundial, la Llorona, el cine, la literatura y otras artes que tienen como fondo el terror, siempre son bien recibidas. La evolución ha sido lenta, porque de pronto se ve como un género improductivo, pero económicamente muy redituable y eso nos favorece mucho. Hemos pasado de los miedos tradicionales a lo que actualmente ocurre a nuestro alrededor, pero siempre buscando ese momento de adrenalina que nos recuerde que estamos vivos.
Gracias por tu tiempo, Alejandro, ha sido un placer.
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